RIO GRANDE.- Como sucede habitualmente que finaliza un campeonato, se habla de la o las figuras que ha arrojado el torneo, y casi siempre hay un jugador que se roba todos los elogios, y si bien hubo varios en gran nivel, ninguno se comió el campeonato, ninguno fue indiscutido como sí lo fue el elenco de Río Grande, que finalmente dio la vuelta Olímpica en su casa por primera vez en su historia.
Y como en todo equipo hay que comenzar con el arquero, y esta vez el que se fue por la puerta grande fue Gustavo Torres, por lejos el mejor guardameta del certamen, apareció con atajadas claves en momentos muy chivos para el conjunto local, sobre todo con Rosario cuando el equipo se tranquilizó y no cometió errores para el adversario pudiese anotar -el primer gol fue por un mal saque del uno, pero fue el único del torneo- y en la final ante Ushuaia sacó tres pelotas imposibles, dos con los pies, evitando que la pelota se le pudiese meter en el rincón más lejano.
El retiro del jugador más ganador de la historia de Tierra del Fuego merecía un final así, con todas las luces y brindando una seguridad total a sus compañeros y al cuerpo técnico que lo eligió como el primer capitán del equipo.
Y el segundo mejor arquero del torneo también fue de Río Grande, pero que atajó para Punta Arenas, el Negrito Cruz, ya todo un hombre y no el pibe que supimos despedir hace unos cuantos años, se atajó la vida, en un elenco con muy poca experiencia se encargó de darle seguridad bajo los tres postes, y casi dan el batacazo del torneo jugando ante Ushuaia.
Atrás, el campeón tuvo al mejor poste del certamen, Víctor Hugo Rodríguez saliendo desde el banco demostró que cuando debía pararse atrás para frenar a los contrarios o para manejar el ritmo de los cotejos (léase pinchar la pelota) lo hizo como nadie, incluso en la final tuvo una actuación descollante, superior a la media normal de todo un elenco de Río Grande que jugó muy bien.
La sorpresa en defensa la trajo la gente de Comodoro Rivadavia ya que sin sus figuras en Tierra del Fuego, Martín Subiabre demostró que tiene un futuro enorme, más allá que por años estará opacado por Facundo Contreras, un jugador de tan solo 21 años que tiene mucho para darle a su selección. Otro jugador de corta edad y con un rendimiento bárbaro fue Gonzalo Paglia, en Ushuaia fue el mejor de Rosario y en el choque de Cuartos de Final ante el local, fue el único que dio la cara por su equipo.
Los goleadores del Certamen: Matiaz Chavez y Victor Veron.Y como en todo equipo hay que comenzar con el arquero, y esta vez el que se fue por la puerta grande fue Gustavo Torres, por lejos el mejor guardameta del certamen, apareció con atajadas claves en momentos muy chivos para el conjunto local, sobre todo con Rosario cuando el equipo se tranquilizó y no cometió errores para el adversario pudiese anotar -el primer gol fue por un mal saque del uno, pero fue el único del torneo- y en la final ante Ushuaia sacó tres pelotas imposibles, dos con los pies, evitando que la pelota se le pudiese meter en el rincón más lejano.
El retiro del jugador más ganador de la historia de Tierra del Fuego merecía un final así, con todas las luces y brindando una seguridad total a sus compañeros y al cuerpo técnico que lo eligió como el primer capitán del equipo.
Y el segundo mejor arquero del torneo también fue de Río Grande, pero que atajó para Punta Arenas, el Negrito Cruz, ya todo un hombre y no el pibe que supimos despedir hace unos cuantos años, se atajó la vida, en un elenco con muy poca experiencia se encargó de darle seguridad bajo los tres postes, y casi dan el batacazo del torneo jugando ante Ushuaia.
Atrás, el campeón tuvo al mejor poste del certamen, Víctor Hugo Rodríguez saliendo desde el banco demostró que cuando debía pararse atrás para frenar a los contrarios o para manejar el ritmo de los cotejos (léase pinchar la pelota) lo hizo como nadie, incluso en la final tuvo una actuación descollante, superior a la media normal de todo un elenco de Río Grande que jugó muy bien.
La sorpresa en defensa la trajo la gente de Comodoro Rivadavia ya que sin sus figuras en Tierra del Fuego, Martín Subiabre demostró que tiene un futuro enorme, más allá que por años estará opacado por Facundo Contreras, un jugador de tan solo 21 años que tiene mucho para darle a su selección. Otro jugador de corta edad y con un rendimiento bárbaro fue Gonzalo Paglia, en Ushuaia fue el mejor de Rosario y en el choque de Cuartos de Final ante el local, fue el único que dio la cara por su equipo.
Como ayuda, el lateral Víctor Verón fue determinante para los fueguinos campeones, pero más por los goles que anotó que por su real función defensiva, recién en la final ante Ushuaia y un poco diezmado en su aspecto físico, se dedicó a parar los avances de los capitalinos y lo hizo con creces, fue su mejor cotejo defensivo, luego abusó del individualismo en las salidas, siempre ganaba en el mano a mano y no soltaba la pelota y terminaba perdiendo la misma y cometiendo infracciones que después le costaban muy cara al equipo, pero a la hora de anotar goles importantes, siempre dio el presente, tanto que fue el goleador del equipo y con virtudes y errores fue uno de los mejores del campeonato, aunque bien pudo ser el mejor de todos.
En su misma posición, fue muy importante lo de Marcelo Sánchez para Ushuaia, el jugador más claro de los capitalinos y quizás el único que no mereció perder la final ante Río Grande, pero como es un juego de conjunto, se quedó con las manos vacías y con el reconocimiento de éste medio y de varios periodistas que cubrieron el certamen.
Por el otro lado del lateral, por el lado de aquellos que tienen que generar juego o bien marcar desequilibrio a la hora de anotar, hay que hablar de dos jugadores, Darío Fernández de Mar del Plata y de Matías Chávez por Río Grande; el primero fue el referente del último campeón, por juego y goles, mientras que el segundo fue la revelación para la Confederación Argentina de Futsal, y la verdad que no se equivocaron, Mati la rompió cuando más deben aparecer los grandes jugadores, cuartos, semis y final.
El otro fue Calabaza Ullúa, quien pese a no jugar una gran final, fue importante para su equipo con los goles claves que le permitieron acceder al cotejo decisivo.
Además de estos destacados, no nos podemos olvidar de Oscar Alfredo Cuba, el armador del elenco campeón, que si bien no jugó en el nivel que todos esperaban, él sabe que cumplió con el equipo, cuidó la pelota más que en otras oportunidades, aguantó el ritmo del partido cuando así lo ameritaba el trámite y siempre fue inteligente para buscar la mejor salida.
En líneas generales, el torneo no fue lo todo bueno que se esperaba pese a que la base de Mendoza y Comodoro Rivadavia ya se sabía que no iba a estar presente, todos hablan que en Rosario la cosa fue mejor, aunque algo quedó claro, a éste elenco de Río Grande iba a ser casi imposible poder voltearlo en casa, ya que sus grandes figuras trabajaron para el equipo y eso es complicado de igualar.
Después, Gonzalo Avila y Leonardo Fernández, postes y lateral de Río Gallegos dejaron una buena imagen, al igual que el lateral Daniel Iribarren Robledo o el lateral izquierdo de Comodoro Rivadavia Sebastián Cárcamo.
Julito Cruz, el Riograndense que atajó para Punta Arenas.Goleadores
Matías Chávez Río Grande 13
Víctor Verón Río Grande 13
Oscar Durutovich Mar del Plata 12
Facundo Perpetto Río Grande 10
Marcelo Ullúa Ushuaia 10
Alejandro Salazar Las Heras 9
Darío Fernández Mar del Plata 8
Leonardo Fernández Río Gallegos 8
Andrés Cárcamo Punta Arenas 7
Marcelo Sánchez Ushuaia 7
Damián Escalada Mar del Plata 6
Pablo Martínez Mar del Plata 5
Hugo Rodríguez Río Grande 5
Martín Subiabre C. Rivadavia 5
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